Quien haya sentido la necesidad de huir en algún momento de su vida sabrá de lo que hablo. En ocasiones, nuestro cuerpo nos manda mensajes, impulsos que nos incitan a actuar en un momento determinado. No os riáis , porque a pesar de sonar obvio, por desgracia la mayoría de las veces no somos ni tan espontáneos ni tan libres como a nuestra salud le gustaría. Hay una falta de adrenalina, pasión y cojo…coraje en general, que nos reprime cada día un poco más. Sin embargo, de vez en cuando aparece de entre la niebla un individuo que destaca, que frena su carrera en el monótono torrente de los vivos, haciendo caso al impulso que le incita a la rebelión. Son los que el mismo Sistema llama «esos pequeños hijos de puta», pero tienen nombre, y hoy estoy aquí para que conozcas a uno de ellos.

Érase una vez, en un rincón de las Islas Canarias, una pequeña bola de niebla que despertó de su letargo y miro con congoja lo horrible que era su destino. Estaba rodeado de semejantes, todos igualmente amenazados con ser devorados por la terrible Niebla que todo lo engulle. Sin embargo, para disgusto de nuestro pequeño amigo, nadie más parecía ver lo que les esperaba, todos tan ensimismados en sus labores que dudó de si vivían o era un escenario macabro de algún videojuego al que había ido a parar como protagonista. Oddy, el héroe de nuestra historia, se desprendió de sus dudas, aunó coraje y decidió que era el momento de llevar su revolución a cabo. Y para ello, debemos ayudarle.

Oddy Smog’s Misadventure es uno de los juegos de la empresa Play Medusa —desarrolladores de videojuegos españoles, amén de otros propósitos—. El más completo, entretenido y entrañable (dicho por los mismo creadores). En él debemos ayudar a Oddy en su carrera a contrarreloj por su propia libertad, siendo sus guías en el camino hacia otro destino. Una idea tuneada en Unity que podrás encontrar en iOS y Android, y que se nos insinúa con una manera muy fácil de jugar que nos engancha desde el minuto cero. Pero hay más: bonus para multiplicar puntuación, ranking local, autonómico, nacional y mundial; y, como plato fuerte, una música muy dinámica que le dará ese empuje que le falta a la partida para volvernos completamente locos.

Saltar de tuerca en tuerca llega a ser adictivo, sobretodo con el incentivo de ser el mejor en tu ciudad.