Hacía mucho que en indie-o-rama no rascábamos alguna ampolla, y llevaba tiempo buscando una excusa para usar un título de esos de social media que dan repelús de tan solo mirarlos de reojo. Por supuesto, no podía faltar una imagen de cabecera aleatoria con una chica y un círculo rojo señalando a nada, de otra forma el click-bait no estaría completo. Pero lean si quieren esta diatriba sobre los problemas de esta nuestra querida industria; y comenten, que nos sentimos un poco solos últimamente. Por cierto, lo de “15 problemas” es mentira, claro. No sé cuántos voy a tratar.
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Al mirar por la diminuta ventanilla de un avión uno puede darse cuenta de la magnitud del planeta que habitamos. De todo su esplendor e inmensidad. Viajando uno puede empaparse de sus muy distintas paletas de colores, sus enormes variaciones visuales. El planeta al que llamamos Tierra es rico, muy rico, en diversidad. Hay selvas, prados, desiertos, tundras, océanos, bosques… Hay todo tipo de animales y plantas que habitan en estos paisajes. Hay culturas muy diferentes, religiones, razas, estilos arquitectónicos y de vestimenta… Y, aunque la diversidad es, precisamente, el reclamo principal del juego, no funciona exactamente igual en No Man’s Sky.
Durante largo tiempo me había preguntado si el pase Atlas v2 realmente existía. Podría haber sido algo que los diseñadores se habían reservado para el futuro. No sería extraño que todas esas puertas y habitaciones se mantuvieran cerradas con el propósito de añadir algo nuevo en sucesivas versiones. Pero no era así. Por puro azar, y las probabilidades eran extremadamente bajas, había sido otorgado con la fórmula para fabricarlo. Y ahí me encontraba, en el umbral de la puerta, con mi pase listo, imaginando qué sorpresas había al otro lado, corroído por la anticipación y el deseo. ¿Habría elementos extraños? ¿Nuevos personajes? ¿La posibilidad de transformar mi nave? Finalmente, decidí abrir la puerta.
Yokais, samurais y folclore japonés se nos cuelan hoy en el Diario del Desarrollador. Que no todo pueden ser vikingos, hombreyá. Osu!!
Es muy difícil hablar de No Man’s Sky. Es increíble la cantidad de cosas que hay en este juego: un universo casi infinito, planetas, animales, plantas, cuevas, océanos… Hay razas alienígenas con sus respectivos idiomas, naves espaciales, batallas en tierra y espacio. Hay objetos misteriosos que encontrar, fórmulas y esquemas para construir nuevos objetos y utilidades. Sin embargo, para mucha gente resultó vacío y aburrido. No encontraron en él nada interesante. Personalmente, es el juego al que más tiempo le he dedicado en este último año, y tal vez, el más fascinante a la par que decepcionante.
Una de dos. O los crowdfundings que nos gustan lo petan porque gustan a todo el mundo, o la época del crowdfundiapocalypse ha terminado. Porque si no, no hay quien se lo explique. Este año… joder, este año es la ostia. Pedazo de juegazos que tenemos entre manos, que si Nier, que si HZD, que si Zelda, (no nos olvidemos de Nights in the Woods). Si en este marzo no tienes algo de lo cual enamorarte es que estás muerto por dentro. Pero no sólo eso, mira los crowdfundings, lo han petado, Sunless Skies, Southern Monsters, y lo están petando actualmente, como veremos más abajo. Que gran época para estar vivo, qué gran época.
Qué sería de un domingo sin levantarse tarde, sin esa sensación de pereza absoluta que nos lleva a retrasarlo todo «un ratito más». Que nos lo digan a nosotros, que siempre terminamos sacando el Diario del Desarrollador un pelín más tarde de lo que pensábamos. Hoy os traemos a algunos devs que también se han hecho de rogar para presentarnos novedades, pero a los que se lo perdonamos todo si vienen con tan buenas noticias.
¿Qué buscamos más allá del velo? Redención, segundas oportunidades, para nosotros o para un ser querido; pero tendemos a olvidar que al entrar en la casa de la muerte hay que pagar un precio. Totenhaus es un relato fantástico, absorbente y fascinante. Se pega a tu piel y se va introduciendo, dejando un poso pegajoso que va soltando vapores que huelen y saben al aliento de la muerte. Esa terrible y hermosa mujer.