Al investigar el videojuego como artefacto cultural, existen varias maneras de aproximarse a su estudio que pueden tenerse en cuenta. Uno de esas perspectivas (o, si se prefiere, una de mis creencias principales), es la idea de que, como cualquier forma de arte, los videojuegos son capaces de actuar de reflejo de ansiedades y conflictos existentes en nuestra sociedad. Obviamente, esta suposición no implica necesariamente que todos los juegos hayan de tener algún tipo de dimensión política. Internet (y la vida en general) está lleno de ejemplos de personas que tratan de llevar sus teorías sobre lo que una obra significa un poco demasiado lejos: desde los más inofensivos hasta los más siniestros, existen multitud de ejemplos de obras de arte que, de una forma u otra, han acabado actuando de espejo para las ideologías y actitudes de generaciones enteras.
ARCHIVO DE ARTÍCULOS
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mayo 26, 2014
Pasado el asombro inicial, la fiebre GOTY y los halagos desmesurados, a nuestros amigos de Telltale se le ha golpeado duramente con una crítica constante: que toda su narrativa es mero humo, fantasmagoría y palabrería. Que las decisiones morales que tomamos en sus juegos no importan para nada, ¿y dónde está la gracia, entonces?
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marzo 11, 2013
Si de algo acusé a mi querida tía Lola fue de hacerme aborrecer las lentejas con chorizo. Mea culpa, de pequeño ni la Supernanny o Hermano Mayor hubiesen podido suavizar mi rebeldía. Mi amada tía sabía que me encantaban las pequeñas y redondas legumbres con unas grasientas lonchas de chorizo, y me las cocinaba cada día de la semana —mañana, tarde y noche— hasta que las aborrecí.
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