Qué malo es eso de juzgar prematuramente. Arizona, el estado norteamericano del que es hijo el hombre de este artículo, podría ser a ojos de un ignorante un pedazo de erial rocoso, sinsorgo y deprimente, de costumbres rednecks y comida basura. Podría, pero fíjate tú que no, no lo es. Tiene uno de los lugares más impresionantes del planeta, El Gran Cañón del Colorado. La variedad de etnias convierte a su capital, Phoenix, en un pequeño paraíso cosmopolita. Y suyos son algunos auténticos manjares de cocina de frontera: lo más picante de México, lo más cerdo de América (pero para bien).
Ampliar artículo
ARCHIVO DE ARTÍCULOS

enero 10, 2013