Permítanme una confesión: hasta no hace mucho la sola mención de «juego de físicas» me ponía automáticamente a la defensiva. Cierto, no es justo, pero demasiadas veces nos han intentado colar un experimento casual con motores de física entallado como juego hecho y derecho, y lo han conseguido. Dramita. Por otra parte, hay más de un desarrollador que se pone tenso cuando le comparan su juego con un juguete, y aquí servidor sigue convencido de que en buena medida muchos de los juegos basados en la física son fundamentalmente juguetes. A fuerza de ver reacciones airadas he acabado por adoptar un cómodo silencio, en detrimento de siquiera intentar explicar que cuando me refería a «juguete» lo hacía en el mejor, en el más profundo, sincero, positivo y directo de los sentidos. En fin, tampoco les culpo. La fascinación del niño con su juguete es a veces muy difícil de entender, y más aún de explicar.
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febrero 07, 2015
El tiempo lo cambia todo. El tiempo lo prueba todo. El tiempo arruina las ciudades y derriba las montañas. El tiempo me permite volver adelante y atrás, vivir otras vidas en el amplio entramado del universo. El tiempo no existe, todo acontece simultáneamente. Mi futuro existe ya en el presente. Soy un dragón dorado, vuelo raudo dejando atrás ríos y montañas, con el viento silbando entre mis escamas. Ampliar artículo